La visibilidad de los productos en las estanterías depende del embalaje secundario, una circunstancia que con frecuencia no aprovecha con la potencialidad que cualquier packaging puede ofrecer .
Con el embalaje listo para vender (SRP), los productos llegan al comprador en un embalaje preparado para la comercialización y la exhibición de los productos. Su principal ventaja reside en el ahorro de costos de reposición en las góndolas, al conseguir que el producto pase del almacén a la góndola de manera rápida y eficaz, ganando imagen y exposición en el lugar donde se juega el rol de cada marca.